La igualdad de oportunidades, un tema de justicia social

Entender el concepto de igualdad de oportunidades en sus distintas acepciones, pasa por conocer a definición de la misma.

La no discriminación es la base de la igualdad de oportunidades. Se trata de la idea de justicia social entendida como el derecho de acceso de todas las personas a la vida política, civil y social en igualdad de condiciones.

Al hablar de igualdad de oportunidades a la mayoría le viene a la mente aquella que debe existir entre hombres y mujeres. Sin embargo, este enfoque de lo que supone la igualdad de  oportunidades es totalmente erróneo.

De hecho, podemos distinguir entre diferentes tipos de igualdad tales como la igualdad racial, entendida como aquella que propone la no distinción de las personas por razón de su color o raza. Tristemente, a pesar de los avances de nuestra sociedad, la lacra del racismo sigue existiendo en nuestra sociedad.

La igualdad de oportunidades también hace referencia a la igualdad social, la no discriminación entre ricos y pobres. Aún así, por muy extraño que parezca el estatus social de una persona sigue siendo una característica que desempeña un papel muy importante en el acceso a determinados grupos de sociedades e incluso un handicap a nivel laboral y social.

Por justicia social entendemos también que la igualdad de oportunidades, ya se trate de personas de distinto género, así como de distinta raza o clase social debe estar enfocada a encontrar un equilibrio justo en el acceso a los servicios públicos como lo son la Sanidad, Educación o Vivienda entre otros muchos.

Ahora bien, en esta llamada a la acción vamos a centrar nuestra atención en la igualdad de oportunidades a nivel laboral, algo que preocupa entre otros sectores de población a las mujeres de este país, dado que a día de hoy siguen existiendo marcadas diferencias en cuanto al acceso y salarios establecidos para hombres y mujeres en el desempeño de un mismo puesto de trabajo.

A día de hoy, por triste que resulte, la igualdad laboral entre hombres y mujeres sigue pareciendo una utopía. Las cifras son los mejores testigos de ello, ya que anualmente se confirman datos alarmantes en relación a este asunto.

Existen todavía muchas cosas que mejorar en el terreno laboral en este sentido, ya que son hechos probadas que las mujeres son en nuestro país las que más trabajan por horas o a tiempo parcial. Según el resultado de diferentes estadísticas llevadas a cabo, ello se debe en gran medida a que todavía se sigue pensando que las tareas de cuidado de los niños y domésticas son una obligación de las mujeres.

No hace falta ir muy lejos, seguro que muchos de nosotros tenemos en nuestro entorno más cercano alguien que se vanagloria de ayudar a su mujer en el hogar, cuando esto debería ser una tarea de dos en la que la oración correcta sería “mi mujer y yo compartimos las tareas domésticas”.

Según estos estudios, las mujeres realizan más horas laborales no pagadas que los hombres, otra situación que avala la teoría de que todavía falta mucho para conseguir la tan esperada igualdad de género laboral.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico no duda en afirmar que el acceso al mercado laboral sigue siendo un peldaño más que hay que superar para que las mujeres puedan ocupar puestos de especial relevancia. Asimismo, esto suele asociarse a que existe un intervalo de edad en que es más difícil para la mujer optar por un ascenso, papel que se atribuye en parte a la decisión de ser madres.

La conclusión a la que se llega a través de los diferentes estudios y estadísticas es que debe fomentarse la igualdad de oportunidades entre la comunidad empresarial, siendo la primera línea de actuación establecer un lugar de trabajo libre de cualquier vestigio de acoso o discriminación.

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